jueves, 30 de abril de 2015

Etapa 32.- Cañamero a Logrosán

Cañamero se encuentra asentada en la Sierra del Pimpollar y en las laderas de ambos lados.

El hotel se encuentra en el lado contrario al que tengo que caminar por lo que asciendo por la calle Conquistadores hasta llegar a la plaza y tomar la carretera de salida del pueblo hacia Logrosán.

Del pueblo tenemos tres salidas,

una que pasa por la Fuente de Santa Ana y la Ermita de Santa Ana y que desemboca en la carretera cerca de la gasolinera.

La segunda, pasando junto al cementerio desemboca en punto más cercano al pueblo.

La tercera, por la carretera, me aconsejan que tome ésta, ya que para las anteriores me tengo que desplazar bastante desde el punto en el que estoy.

Junto a la carretera hay un andadero, que te evita pisar el asfalto, pero a la altura de un taller de neumáticos hay que dejarlo y pasar al arcén, que es estrecho. De esta forma llegamos a la gasolinera y junto a ella hay un paso elevado metálico para cruzar de un lado a otro.

A unos 100 metros nos encontramos con la señalización del Camino Natural de las Villuercas y que también se indica como GR - 116 y que dicen que es compartido por vehículos y motos, aunque más tarde comprobaré que el único que iba era yo.



Ya no debemos dejar el camino hasta llegar a Logrosán perfectamente señalizado con postes cilíndricos más otros direccionales.

Una vez en el camino, llevamos a la carretera a nuestra izquierda y unos pabellones a nuestra derecha, ubicándose al final una central solar.

Tomamos camino de tierra y en dos puntos nos acercamos a la carretera, una junto a una central de hormigonado y otro de salida de camino, pero que las dejo a mi izquierda.

La primera parte es en pleno descenso para luego en la segunda tener una serie de toboganes, no de gran longitud pero si con pendientes del 8 y 9%.

El camino se encuentra en tramos sobre las vías de tren, que nunca se ejecutaron y junto a los taludes de la plataforma. Este tren debería de llegar a Talavera de la Reina, pero se quedó en proyecto en toda esta zona.

Disfruto de este camino, ya que la etapa es corta y muy tranquila por lo que me dedico a ver los campos, que en esta época están preciosos.



Me acompañan las Jaras, Retamas, Zarzas y flores de distintos colores, pero que desconozco sus nombre.


Arboles como robles, encinas, olivares, eucaliptus.

Animales como lagartijas, procesionarias, mariposas de distintos colores y algún buitre que vuela sobre mí.

El camino en muchas zonas se encuentra delimitado por muros de piedra colocadas sin mateial de agarre y que delimitan las fincas existentes en las que se ven caballos y yeguas con sus crias, vacas, ovejas, etc.




Así llego hasta la malograda estación de ferrocarril, que se encuentra abandonada, no sin antes haber pasado por cortes de agua, que los he tenido que atravesar y en alguno de ellos me he mojado un poquito.

Pasando por encima del puente me dirijo hacia el centro del pueblo para llegar al Hostal dando una excesiva vuelta, pero así he visto el mismo, que tiene unas dimensiones importantes.

Los vecinos son del orden de los 3500 a 4000.

Logrosán se encuentra en la falda del Monte San Cristóbal donde existen asentamientos humanos

Existen minas, ya en desuso y dedicadas al turismo, como la Mina de Costanaza.

La etapa de hoy ha sido de unos 14 km y con una duración de entre las tres y cuatro horas dependiendo de las paradas que se hagan. He notado el cansancio en las piernas de la etapa de ayer, espero que mañana, ya me encuentre mejor.

La etapa de mañana será de Logrosán a Madrigalejo de 31 km.


miércoles, 29 de abril de 2015

Etapa 31.- Guadalupe a Cañamero

Comienzo la tercera fase del camino, desde Guadalupe hasta el Rocio y poco a poco iré escribiendo sobre la ruta y fotografias de algunos puntos, para que tengamos una idea del camino.

Fue un pastor llamado Gil Cordero el que encontró la talla de la Virgen de Guadalupe, en los márgenes del río Guadalupejo (rio escondido). La talla había sido escondida allí por unos clérigos que huían de Sevilla, al ser ésta invadida por los árabes. Esta talla no tiene nada que ver con la de Guadalupe de México.

El pastor estaba buscando una vaca que se le había perdido, al encontrarla, ésta ya estaba muerta. Cuando quiso aprovechar la piel del animal y al hacerle la señal de la cruz en el pecho, la vaca se levantó y en ese momento se le apareció la Virgen, que le habló y le encomendó la tarea de excavar allí mismo para encontrar la talla y levantar una ermita, que posteriormente se convertiría en Monasterio y Santuario.

El Santuario, durante siglos, dio cobijo a cientos de peregrinos que viajaban hasta allí para encomendarse y dar gracias a la Virgen. Cuentan que el mismo Cervantes caminó hasta Guadalupe para ofrecerle a la Virgen las cadenas con las que le habían encerrado en las
mazmorras de Orán.


Santa María de Guadalupe

Tiene la tez de color negro, como muchas otras vírgenes ya que en la Edad Media, o quizá antes, corrió la leyenda, que decia que la Virgen Maria era negra, ya que en el libro del Cantar de los Cantares parece ser que se dice así.

Entonces pintaron de negro o esculpieron las tallas con maderas negras como el ébano, etc.

Una vez, que ayer nos presentamos en el Camarín de la Virgen de Guadalupe y pedimos por todos familiares, amigos, y no amigos, rocieros y sobre todo por mí para que me de fuerzas para llegar al Rocío y presentarme ante Ella.

La etapa de hoy discurre por la Ruta de Isabel la Católica.

A Guadalupe llegan desde Cañamero

El Camino Mozárabe
El Camino Romano
El Camino Visigodo

Y también la Ruta de Isabel la Católica, que es la más corta, pero después de realizarla no creo que sea la más fácil.



Después de pasar por el Santuario dejo la plaza y me adentro por la calle de la Cruz, que va descendiendo y llega a la carretera, tras pasar por la Fuente del Piojo, que según se dice, se lavaban los peregrinos antes de entrar en el pueblo.


Llegado a la carretera se gira a la derecha para que enseguida salgamos de ella por la izquierda descendiendo hasta el rio Guadalupejo y tras pasar el puente tomamos el camino de la derecha, que comenzamos a ascender con fuertes pendientes y sin dejarlo llegamos a la Ermita de Santa Catalina



Llevamos junto al camino bosque se fresnos y alisos y según vamos echando la vista vamos viendo La Puebla de Guadalupe.


La Ermita de Santa Catalina es del siglo XVI.

Dejamos a nuestra derecha un camino que lleva a Mirabell y seguimos ascendiendo hasta llegar a una bifurcación en la que el camino de la izquierda tiene dos pivotes de ladrillo que se unen mediante un cable que prohibe el paso.

Tomamos el camino de la derecha que empieza en curva, primeramente ancho para poco a poco ir estrechándose hasta ser un sendero en el que solamente se puede ir en fila india.

Es un tramo muy bonito, entre bosques de robles y castaños y gran cantidad de flores, entre las que destacan las jaras.



Seguimos ascendiendo y llegamos a otra bifurcación, no importa cual tomemos, ya que un poco más adelante se unen.

Llegamos a un cruce señalizado, por el camino hemos visto la señalización realizada por Geoparque, y consiste en Dos barras, una, amarilla y la otra, blanca. El camino lo denominan PR CC 242 ( camino de pequeño recorrido). En todos los cruces tenemos señales y en los tramos entre ellos, señales de confirmación, sobre cilindros o cuadradillos de madera.



Así llegamos al Castaño del Abuelo, que data de fecha anterior a 1353, del que ya se hablaban en las Crónicas de la época.


Volvemos sobre la vereda y tomamos el camino a Cañamero, que nos lleva hasta el otro lado del castaño y separado con una verja del camino.

Una vez en este punto, se gira 90 grados y se comienza a descender sobre un kilómetro o un poco más y salimos del camino para adentrarnos en un pinar que lo cruzamos siguiendo las marcas, hasta pasar una cancela con rejilla, tipo canadiense.

El camino se convierte en un pedregal, que hace que sea duro y difícil y hay que estar muy atento para no resbalarse, así pasamos por esta zona, que se conoce como el melonar de los frailes.

A la derecha vemos una granja y llegamos más adelante a la denominada Cruz de Andrada, que recuerda el asesinato del recaudador de impuestos por los asalteadores, que andaban por esta zona en el siglo XIX.



Descendemos hasta el embalse donde tomamos un camino ancho de tierra con el que esposible circular con vehículos a motor.

Así nos lleva hasta el muro de contención de las aguas (Presa del Cancho del Fresno), que dejamos a nuestra derecha y por un camino pedregoso bajamos hasta el río.





Al fondo vemos ya el pueblo y una vez atravesado el rio Ruecas, tomamos un camino a la izquierda pasando por una zona de recreo.

Así, vamos ascendiendo hasta llegar a la carretera y que tomo dirección a la derecha para llegar al Hotel Ruiz, que me atienden fabulosamente bien, Guayami y Javier.

La etapa de hoy ha sido de 14 km, de una dificultad media y una duración entre las 4 y 5 horas.

Mañana la etapa será desde Cañamero a Logrosán, etapa también corta, ya que necesito recuperarme de la etapa de hoy, que además es la primera de esta fase y se nota la falta de entrenamiento y los excesos de la romería de la Virgen de la Cabeza.