lunes, 11 de mayo de 2015

Etapa 42.- Valencia de Ventoso a Cañaveral de León

Hoy describo la etapa de ayer, porque cuando llegué estaba tan cansado que no tenía ni ganas de pensar, pues el madrugón, los kilómetros y el calor hicieron su mella.

Me desperté con la Salve del Camino Europeo del Rocío y después de recoger todo salí a las 6:30 de la mañana, no se veía un alma en la calle y solamente la luna se presentaba ante mí.

Realmente no sé como pueden salir los peregrinos antes del amanecer por mucha linterna que lleven, qué bonito es poder disfrutar del día, incluso ya con el sol saliendo.

Tomé la carretera de la Ermita de la Virgen del Valle, que se sale del pueblo por el crucero de San Lázaro.

A un par de kilómetros se encuentra la Ermita, quedan los restos de la romería de San Isidro de ayer, que realizaron el Camino. La Ermita, lógicamente, se encuentra cerrada.

En el pilar derecho de la cancela de entrada se encuentra un azulejo en el que se puede leer la siguiente inscripción



Como a unos quinientos metros, quizá menos, en una curva y en el otro sentido al que llevamos hay una puerta metálica, que la abro y la vuelvo a cerrar.

Sigo el camino que lleva a varias fincas y al rio Ardilla, que se vadea por unas grandes piedras, aproximadamente lleva una profundidad de 40 cm, así que me dispongo a cruzarlo.

Pie sobre piedra, una, otra, la tercera con bastante precaución y un resbalón, que mojo las botas pero no llego a caerme y con la cara de susto acabo de pasarlo.



Giro a la izquierda y junto al muro de cierre de una finca, abro la cancela y una vez pasada vuelvo a cerrarla. Más adelante, una vez que dejo el camino me adentro en otro más ancho y paso por la finca de Los Cuchilleros, a esta zona le llaman el Llano de los Cuchilleros.

Salgo a la carretera y girando a la derecha empiezo a ver las señales que nos llevan al Rocío, esas flechas que allá por el año 2007 pusieron diez peregrinos de Huelva y que gracias a ellos estoy realizando este camino.

Al cabo de un par de kilómetros, salgo de la carretera, habiendo pasado a mi derecha una granja, por la izquierda con las flechas verdes indicando la dirección. La etapa de hoy está perfectamente señalizada.


Siguiendo el camino llegamos a las vías del tren que tenemos que atravesarlas por un paso a nivel sin barreras y en unos metros empezamos a ascender un camino con fuertes pendientes y cuidado, ya que lo han limpiado y se camina muy bien.


Me entretengo un rato con un auditorium improvisado y que me escuchan atentamente.



Después por un camino compartido con los vehículos, que tienen acceso a distintas fincas y a unas cabañas rurales, cruzamos la carretera que va de Bodonal de la Sierra a Fuentes de Cantos, y seguimos hasta el Charco Hondo, donde paran a beber los animales, que pasan por la cañada soriana.

Después ascendiendo llego hasta Segura de León pasando antes por la Ermita de los Remedios.

A Fuentes de León voy por un camino que parte de la Fuente de los Caños y llega a la carretera y que voy a seguirla sin dejarla hasta Fuentes.



Aquí, en este tramo, hay problemas con la señalización, no concuerdan con las que indican en la guía del Camino de Santigo, el encuentro con la carretera y además la información, que me han dado los lugareños no la tengo muy clara, así con calor camino hasta Fuentes de León, pasando antes por Ermita, que se conoce como la Capillita, poco antes he visto la entrada del camino de Santiago.

En algún sitio debí perder las flechas verdes, pues en este tramo no he visto ninguna.

Descanso en un bar, que es atendido por Luis, donde me tomo unas cañas de las cuales me han invitado personas del pueblo y el propietario.

Me explican que tengo que ir por carretera, ya que no hay otra opción, así que carretera y manta y a caminar con el sol sobre mí y entre encinas y otros, voy por la carretera de montaña con muy poca circulación.

Cuando faltan unos dos kilómetros dejo Extremadura para entrar en Andalucía.



Al llegar al pueblo, pregunto a una señora por el refugio, no sabe exactamente donde es, pero la llama a la alcaldesa y le dice que espere junto al Ayuntamiento.


Piscina pública en verano frente al Ayuntamiento.

Me acojen en el gimnasio, todos los aparatos para mi solo, y María Angeles me toma los datos y me sella la credencial. Realmente es un pueblo hospitalario y que viven los caminos.

Ha sido al final, una etapa feliz y acabé la jornada con un buen descanso y una ensalada mixta.

La etapa ha sido de unos 35 km y he tardado doce horas desde que salí.

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