viernes, 22 de enero de 2016

PEREGRINACION HDAD DEL ROCIO DE ROTA DEL 16/01/2016

PEREGRINACION HERMANDAD DEL ROCIO DE ROTA

El 16 de Enero de 2016, celebramos la peregrinación anual con la Hermandad del Rocío de Rota por el Coto de Doñana desde Sanlúcar de Barrameda hasta el Rocío con una distancia de alrededor de 55 kilómetros.

El día 15, después de estar en El Coronil con Cristóbal Millán visitando el pueblo y su finca donde se encuentra una réplica de la Virgen del Rocío,

Ya a media tarde, nos fuimos a Lebrija, donde nos esperaban, Fátima y Victor Manuel, y que pasaríamos la noche en su casa.

A las 6:30 horas, habíamos quedado con Cristóbal y un poco más tarde con Juan en un bar del pueblo donde nos tomamos un café con una copita de anís para ir calentando motores y empezar con el cuerpo un poco caliente, ya que hacía bastante frío.


Lola, Cristóbal, Victor Manuel y Juan.
 

Ibamos a ir en un coche los cinco hasta Sanlúcar pero con el equipaje, que llevábamos hizo falta llevar también la furgoneta.

Llegamos a Sanlúcar de Barrameda sobre las 7:45 horas, todavía de noche, cargamos en el coche de apoyo, las mochilas, los sacos y la ropa, que llevamos y tuvimos que esperar hasta las 8:30 h para pasar el Rio Guadalquivir en la barcaza, tiempo que dedicamos a tomarnos un vino dulce en el bar, que acababan de abrir.

Capilla junto a la playa

 Estamos a la espera de coger la barcaza, y con mucho frío y encimo con mucho viento.

 Montando guardia en la pasarela que no utilizamos ya que tomamos la barcaza desde la arena.

 Estamos en la barcaza, el precio para peatones es de 4 euros por persona.



 
 


En diez minutos llegamos a la otra orilla y en doscientos metros pasamos la puerta de entrada al Coto de Doñana.


 
 Con los dos 4 x 4 a la espera de tener acceso al coto donde nos controlarán el número de peregrinos, que vamos.
 Entramos una vez, que los guardas han dado el visto bueno.
 Está amaneciendo, el sol empieza a subir en el horizonte y esperamos que caliente, porque el aire que corre es frio, pero el día nos deparará un cielo azulado y un tiempo soleado, con viento de costado y de frente y frio.

Una vez, rezado una oración por las intenciones de cada uno y una común por  Carrión, que falleció unos días antes de realizar el camino, pero seguro que allá donde esté y junto a la Virgen del Rocío nos acompañará por el camino.

Nos juntamos unos 20 peregrinos, Cristóbal, Victor Manuel, Juan, José Ignacio, Lola, David y Manuel llevaban los coches de apoyo, Francisco, Jose, Paco, Sergio, Juan Jesús, Luis, etc.

Comenzamos todo el grupo juntos, pero enseguida empezaron a quedar espacios entre los peregrinos, ya que se impuso una velocidad fuerte, uno no podía pararse a fotografiar ni a hacer sus necesidades, si no quería quedarse atrás.

Aguanté durante una hora pero al final decidí llevar mi propio ritmo mucho más lente que el de ellos y disfrutar un poco más del camino.

Empezaron las arenas nada más desembarcar y así las tuvimos durante todo el recorrido.

Un camino realmente precioso y además el tiempo, aunque frio, nos acompañaba y el suelo se encontraba bien, ya que había llovido la semana anterior y estaba un poco compacto.

Pasamos por las construcciones de las viviendas, que existían originalmente en el coto y que se hallaban cercadas.

 Arboledas de pinos entre las cuales pasamos peregrinos y coches y en que nos dejan marcadas las huellas de los neumáticos y que nos sirven de guía.
 En los puntos más conflictivos, nos encontramos con la señalización, que nos ayudan a no perdernos, aunque siempre hay alguien que lo suele hacer.


A nuestra llevamos el río Guadalquivir y a la izquierda, aunque un poco más lejos, tenemos la playa de Matalascañas.



Peregrinos abrigados para protegerse del frio.
 



 
 
 

 Los arenales dificultan el paso  y el andar se hace más duro.





Al fondo, vemos la silueta del Palacio de Doñana, donde los Reyes y jefes de Gobierno han solido pasar unos días de vacaciones.


 
 








 
 

Este es lugar de acampada de las hermandades, que toman este camino para llegar al Rocío y que generalmente son las gaditanas.

Los arenales se siguen manteniendo y en algunas ocasiones nos hacen pensar en los desiertos.
Si este camino es duro, no quiero ni pensar como pueden ser los desiertos.



En este punto se hace una parada donde las hermandades cantan la salve a la Virgen y donde descansan para retomar fuerzas y seguir el camino.


Cristóbal con su tambor al hombro y que no se desprendió de él en ningún momento.

 Unas setas aparecieron en el camino, no sé si eran o no buenas, ya desconozco totalmente las setas y con los champiñones me conformo.


 En Palacio de Doñana paramos a comer sobre las 3 de la tarde, poco descanso y salida rápida, ya que íbamos con retraso.

 
Salimos ya con las fuerzas repuestas y con los arenales en algunas zonas blandas y en otras encharcadas, ya que todavía acumulaban el agua caída la semana anterior.











Pudimos disfrutar la excelente puesta de sol y muy especial, ya al final de la tarde y al final del camino, algunos peregrinos, ya habían llegado al Cancelín y nos estaban esperando al resto, ya que debían de controlar los guardas del parque que no se quedara ninguno.


 Primera vista a lo lejos la Ermita del Rocío.

 Y ya salimos del parque, cerrando la puerta de acceso.

Nos vamos acercando y falta poco, tenemos ganas de llegar, estoy muy cansado, ha sido un duro camino, pero voy muy contento por haberme dado la oportunidad de realizar este camino.

 y nos presentamos ante la Virgen del Rocío donde pudimos rezar unas oraciones y realizar unas peticiones.

Después a la casa de la Hermandad del Rocío de Rota donde nos alojamos y tuvimos ratos de convivencia.





 
 No queda más que agradecer a todos los compañeros peregrinos que me ayudaron para llegar hasta el final y a la Hermandad de Rota por hacerme partícipe de esta peregrinación.

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