Nos despertamos pronto, ya que nos duele todo el cuerpo, pero hemos descansado bien y es que debíamos de estar cansados.
A las siete de la mañana salimos a desayunar y comenzamos a andar a las siete y media.
Estamos a cinco grados y nos abrigamos un poco.
Desde la Iglesia del Cristo tomamos la calle que va hasta la Iglesia de San Juan Bautista, tomamos la calle, que está pegada a la Iglesia y seguimos hasta el final de la misma.
Pasamos junto a una cantera a cielo descubierto y llegamos a la rotonda, que se encuentra a la salida del pueblo.
Tomamos el camino junto a las casas y paralelo a la carretera, que seguimos hasta una fuente, que tiene unas tinajas.
Aquí podemos tomar los dos caminos, el que va a la carretera y que un poco más adelante se toma por la izquierda, o bien el de la derecha, ya que los dos salen junto a un lugar de descanso y parque infantil. Tomamos el camino, señalizado como jubilar y lo seguimos hasta el final de la carretera, pero antes tenemos que cambiar de lado.
Durante unos metros se camina por el arcén de la carretera y junto a una puerta de una finca se toma un camino, que va junto a la valla, hasta salir a la carretera N-401.
Nos acercamos a la Venta La Andaluza.
Seguimos el arcén izquierdo y enseguida tomamos un camino, que está señalizado como ruta del Quijote, iremos cambiando de lado respecto a la carretera.
Aquí nuestras mochilas quedan descansando, ya que a Santi se le han perdido las cintas, que llevaba en la mochila y se vuelve sobre sus pasos a ver si las encuentra, después de casi una hora vuelve sin ellas, viene enfadado, pero qué le vamos a hacer. Retomamos nuestro camino.
Pasamos varios arroyos por lo que en algunos tenemos problemas para pasarlos
Y entramos en un paseo entre árboles, que antiguamente pasaba el ferrocarril.
Hemos estado caminando por la Cañada Real Soriana oriental.
Llegamos a Fuente El Fresno,
atravesamos el pueblo y tomamos la carretera y después de pasar la gasolinera y el hotel tomamos el cordel, que a lo largo de sus 9 km, va cruzándose de un lado a otro. En esta época se debe tener cuidado con los arroyos, ya que los vados de paso se encuentran con bastante nivel de agua.
Esto nos lleva a Malagón después de haber dejado a a nuestra derecha una fábrica de quesos.
Hemos quedado en llamarla a Carmen, quien nos acompañará al sitio adecuado para dormir. Íbamos pensamos donde nos tocaría dormir, ya que nos habían comentado que no había ducha, pero todo fue una sorpresa , nos llevó a un hotel y cada uno en una habitación.
Hoy ha sido un día con un final feliz. La propietaria del hotel es Ana.
Hoy hemos andado 34 km y hemos tardado diez horas.
Magalón a 20 de abril de 2013
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