viernes, 2 de octubre de 2015

CAMINO PORTUGUÉS CENTRAL

6ª  ETAPA: REDONDELA a PONTEVEDRA

21 de septiembre de 2015

Esta etapa se encuentra en el denominado Camino Portugués Central, más comunmente conocido como Camino Portugués.

Cuando salimos del albergue, prácticamente, ya se han ido todos los peregrinos. En nuestra habitación aparte de nosotros, se encontraban tres murcianos y un matrimonio extranjero y que el era ciego.




Desde el mirador del albergue contemplamos la iglesia parroquial de Santiago, situada en lo alto de la parte antigua.

Desde su estado original hubo muchas reconstrucciones y ampliaciones, quedando la actual desde el siglo XVI.



Bajamos a desayunar a la plaza cercana al albergue y en la que se encuentran varios bares y cafeterías abiertos. Elegimos una cafetería, en ella se ven paisanos, que van a trabajar, peregrinos rezagados como nosotros, pero no importa, el tiempo sigue siendo bueno y soleado.

Una vez puestos en camino, nos adentramos en la calle Queimaliños por la que lleva la dirección del camino con sus vieras y flechas señalizando la dirección a seguir.

Pasmos por debajo del viaducto del tren, por uno de sus arcos y llegamos a la carretera, que la cruzamos junto a la Capilla de Santa Mariña.

seguimos por carretera para tomar en el cruce la calle de la izquierda, paralela a la carretera, pasando por una fábrica de maderas y almacén de materiales de construcción.

Más adelante pasamos por Cesantes por puente sobre la vía del tren y más tarde, tomamos un camino del que vamos disfrutando por su naturaleza.

 
 Tomamos el camino de los Peregrinos y que entre bosque nos vamos acercando a la localidad de Arcade.



en la entrada, paramos a hablar con una señora, que viene de la huerta, con los grelos en el cubo, agradable y simpática, que en pocos minutos nos ha narrado su vida. No tiene prisa y nosotros tampoco.

Mientras hablamos pasan varios peregrinos, entre los que se encuentra el matrimonio, que durmió en nuestra habitación. Ella lo lleva agarrado del bastón, mientras le va explicando cuanto sucede a su alrededor.

Nos despedimos de ella y cuando llegamos al final de la calle, llega corriendo una de las peregrinas murcianas, nos pregunta si hemos encontrado un paquete de chicle con dinero, que se le ha caído en el camino. Nosotros no hemos visto nada. Va angustiada, ya que además, se le ha perdido la documentación.

Anteriormente, dos de ellos, se habían perdido en el camino por despistarse y no fijarse en la señalización, por lo que habían perdido mucho tiempo y a los que nosotros ya habíamos alcanzado.

No los volveros a ver hasta Pontevedra.

A la entrada de Arcade, vamos hablando y seguimos por la carretera, que nos llevará al centro, el camino sigue por una calle paralela. En el cruce, estamos un poco perdidos, preguntamos y nos indican la calle que debemos seguir.


Viendo este monumento, y ya que estamos en esta hermosa villa, decidimos hacer un alto en el camino y retomar fuerzas, es medio día.

Preguntamos por un sitio donde tomarnos unas ostras, nos mandan al puerto y allí nos dirigimos.

Llegamos al parque de la playa y puerto y nos encontramos con el monumento Homenaje a la Mariscadora.


Vemos lugares cerrados y preguntamos a una pareja, que pasea, ella es de Irún, nos dicen que nos van a llevar al mejor sitio, que sirven las ostras junto a la playa. Mientras caminamos vamos hablando, ellos están de vacaciones.

 El se llama Paco, y mediante silbidos atrae a los cisnes y les da de comer y realmente ha sido un espectáculo el poder observar dicha habilidad.





Ya en el  bar, pedimos un par de docenas de ostras, un empanada de zamburiña y un albariño.


Con las fuerzas repuestas y un poquito alegres debido al albariño, salimos hacia Pontesampaio, y vemos el puente medieval que lo cruzaremos por la orilla de la ría.

En este puente sobre el río Verdugo, se gestó una gran victoria den los franceses caían derrotados durante la guerra de la independencia.

Cruzamos Pontesampaio y tomamos caminos empedrados, bosques de pinos que hacen que el caminar sea agradable, aunque hay pequeños repechos con fuertes pendientes, pero que se ascienden sin gran esfuerzo.

 

 Capilla de Santa Marta





 

 Llegamos a la carretera y seguimos por ella hasta la entrada a Pontevedra. A mano derecha y antes de llegar a la estación de ferrocarril,  se encuentra el Albergue de Peregrinos, que se encuentra completo.

Vamos al albergue privado Aloxa, cercano y que habíamos reservado, está muy bien y quien nos atiende es Pedro, que nos recibe amablemente.


Junto al albergue y en la cafetería, que se sitúa en el nivel superior nos está esperando Lola, ya un poco enfadada porque hemos llegado con bastante retraso, pero es lo que tiene el caminar, que uno no sabe lo que le espera.

Tomamos unas cervecitas y  pasamos por el albergue y mientras nos duchamos ella se queda hablando con Pedro.

Vamos a visitar a la Virgen La Peregrina en el centro de la ciudad y de paso a dar una vuelta y recordar nuestro paso anterior por la misma.



 


En el bar que nos tomamos unas raciones como cena, nos encontramos con este cuadro.


Ya se iba acercando la hora, Lola debía ir a Padrón y nosotros al albergue, así que fuimos a por el coche y nos acercó al mismo, por lo que nos ahorramos el paseo nocturno.


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