sábado, 2 de mayo de 2015

Etapa 34.- Madrigalejo a Villanueva de la Serena

Salgo del albergue y tomo el mismo camino, que traje desde la estación de ferrocarril y me adentro en la vía verde, que atravieso la carretera por una paralela superior.

La tónica de la etapa sigue siendo la de ayer con grandes rectas, que se hacen interminables.

Así llego a cruzar el Rio Rueca y más adelante el sifón del canal de Orellana.

Pasamos dos corrijos, parece que uno está dedicado a almacén, sobre él, se asientan las cigueñas.

Se están preparando grandes parcelas para el cultivo de arroz, que empezaran a llenarlas de agua la semana que viene.

A la izquierda, me encuentro con una finca grandísima de frutales y un poco más adelante, operarios que están preparando la fruta, que es naftalina.

Me ofrecen agua y se lo agradezco de corazón, ya que hoy me va a hacer falta mucha agua.

Me comentan que deje la via de tren y pase por la carretera hasta la estación de Campo Lugar, ya que la vía esta llena de zarzas y está intransitable, más o menos un kilómetro.

La vía se encuentra con matorrales, zarzas, etc. Pero por lo menos tiene un camino, aunque tengo arañazos en brazos y piernas a montones.

Pasamos bajo un primer puente de tres ojos, para llegar a otro, también de tres ojos, a la altura de la población El Torviscal.

Siguiendo la via y justo antes de la estación de tren abandonada de Santa Rena, llegamos a pasar el rio Gargáligas, donde se encuentra la zona donde anillan a las aves. Aquí descanso, como un poquito e intento arreglar el iphone, pero nada sigue igual.




En un cruce de caminos me encuentro con un paisano que está cuidando los olivos y otros árboles, estamos hablando un buen rato, porque en todo el día apenas se habla. Le pregunto que si tiene agua, yo ya me he quedado sin ella, me dice que acaba de gastarla, pero si quiero que va a casa a buscarla. Le digo que muchas gracias y que no se preocupe, sin embargo una vez que estoy cruzando el puente sobre el rio Guadiana, le veo aparecer con una botella de agua de 1,5 litros, le agradezco tremendamente. Nos despedimos.

Siguiendo el camino llego a un cruce con carretera donde se encuentra un vendedor de fruta, pido una naranja y hablamos un buen rato, se llama Antonio, cuando voy a pagar me dice que Paco le ha dicho que venía yo y que me diera lo que quisiera y no lo cobrase.

Desde este punto hasta el punto donde dormiré La casa del deporte, se me hace interminable pero al final llego aunque ya muy despacio. Ahora, ya me encuentro mejor.

La etapa ha sido de unos 35 km y el tiempo transcurrido con los descansos de 10 horas.

Mañana será más corta de Villanueva de la Serena a Medellín.

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