sábado, 2 de mayo de 2015

Etapa 33: Logrosán a Madrigalejo

Salgo del hostal a las 8:30 horas después de desayunar, la verdad es que no tenía muchas ganas de levantarme, pero la obligación es la obligación.....

Desde la rotonda bajo por carretera hasta coger la estación de ferrocarril y tomo la via verde denominado Camino natural Vegas del Guadiana, donde creo que funcionó muy poco el tren.

Enseguida me encuentro con uno que está en paro y pasea a tres perros pequeños y pasamos un rato hablando de todo un poco, él es cocinero, incluso hablamos de párroco y saco la misma conclusión que cuando hablé con él por teléfono.

Nos despedimos y enseguida me uno a uno, que se llama Angel, y recorremos juntos parte del camino hasta el puente romano y en este punto se da la vuelta. Hablamos también del párroco y la misma conclusión, poco después vemos el chalet donde vive. Desde luego la hospitalidad hacia los peregrinos es nula por su parte.

Me fui al Hostal Los Rosales donde me atendieron fabulosamente bien, y a un precio aceptable.

Ya, una vez que nos hemos despedido, Angel y yo, sigo mi camino con rectas interminables pero muy cómodas por lo menos al principio, pero al final de la etapa, se hacen interminables.

Voy paralelo al Rio Ruecas y en algunos puntos se acerca bastante al camino.

El día ha salido nublado donde está así hasta casi medio día, el andar se hace agradable ya que acompaña un poco de vientecito.

Vamos dejando fincas y dehesas a ambos lados, en algunas de ellas con vacas y toros y también ovejas o corderos.

Cruzamos algunos caminos por los que se accede a las diferentes fincas. Así llegamos a la abandonada estación de Zorita, donde paro a descansar y comer un poquito de salchichón.

Del km 32 al 33 se encuentra una balsa de agua, que asegura el regadio de la finca, es rectangular y tiene un km del lado mayor. He visto grandes dehesas y retamares, así como muchísimas encinas y algunos eucaliptos, muchos árboles frutales, etc.

Por el camino me encuentro con muchísimas cigüeñas, que me entra la duda, si yo vine de París, en fin vuelan a mi paso y alguna de ellas tienen sus crías junto a ellas.

Están preparando los campos para cultivar el arroz, me encuentro con dos tractores, que están arando las tierras.

Un poco más adelante, a mi izquierda hay unas exclusas o barreras, Es el embalse del rio Ruecas, que paran o controlan el paso de agua y siguiendo un poco más adelante pasamos sobre el canal de las Dehesas, que lleva el agua a las diferentes fincas.

Después de 28 km llegamos a la abandonada estación de ferrocarril de Madrigalejos, todavía me queda llegar al pueblo y al albergue. Pregunto a unos operarios, que están arreglando una cancela, que me dan agua, pues ya estaba de secano y las fuerzas fallaban.

Tomo la carretera sin mucha circulación y por el arcén llego al pueblo y sin entrar al pueblo sigo hasta la gasolinera donde giro a la izquierda para llegar al albergue y piscina.

Me atiende Antonio, antes había hablado con Silvia, realmente estoy contento, el albergue hermoso y limpio así como las duchas y aprovecho para realizar la colada de la ropa en su forma más primitiva.


Después de la ducha y un poco de descanso paso a la fase de tomarme una caña con limón.

La etapa de hoy ha sido de 32 km, he llegado agotado pero ya no siento tanto como ayer las agujetas. El tiempo invertido en la etapa ha sido de 8:30 horas, con unos pequeños descansos.

La etapa de mañana es de Madrigalejos hasta Villanueva de la Serena

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