miércoles, 10 de septiembre de 2014

Etapa 12: Ezkaray a Refugio Llano de la Casa

Antes de comenzar os contaré, el preámbulo
La noche anterior a la salida de casa, pesé la mochila y lo que marcaba eran 14 kg, la vacié y no encontraba que dejar, así con la mochila cerrada y con los nervios a flor de piel, fuimos tarde a dormir, me desperté pronto pensando en que quitar, al final quité algunas cosas pero no mas de un par de kg, por el camino iré quitando el chocolate, las galletas, el jamón y el lomo, que en un par de dias no tengo nada por el camino, y luego alguna camiseta y otras prendas.
Es la primera vez que me llevo un paraguas, no pesa mucho, pero creo que me vendrá bien, sino es para el agua será para el sol.

Al ir a coger el tren y entregar mi billete, la señorita recepcionista, me dice que no puedo llevar el bordón, caña o bastón, que es muy largo y que puedo tener problemas con el revisor, asi que después de mucho discutir cuando llega el tren tenemos que ir a hablar con él, conclusión que me lo suba, sin mediar palabra mia, a este paso no se a donde vamos a llegar.

Llegada a Miranda de Ebro, y una tarde de relax y paseo con Antonio, unas cañas, etc.etc.

A la mañana, nos levantamos a las 7:30 h, desayunamos a las 8:00 en el bar de abajo, unos churritos con café con leche y salimos para Ezkaray, como tenemos tiempo, subimos en coche para ver como está el refugio, si es habitable o no, nos pasamos de largo y subimos hasta La Cruz de la Demanda, unas vistas fabulosas a ambos lados de la cresta.

Antonio me dice, que si me deja ahí y continuo desde aquí y me ahorro toda la subida, es tentador pero no, vamos a hacer lo que tenía previsto puesto que quiero ver la dificultad que puede haber para alguien que quiera salir del País Vasco.

Así, que comenzamos a bajar y vamos pendientes de encontrar el refugio, lo vemos y está aceptable, en el interior dos mesas con sus bancos correspondientes, toca dormir en el suelo, y llegamos a Ezkaray, desde donde comenzaré esta segunda fase con la etapa 12

El paseo sale del Sur de Ezcaray junto al puente Canto, pasa por un ligero ascenso junto al río y en dirección al molino de San Miguel y bajo la ermita de Santa Bárbara, donde comienza el camino que nos lleva hasta la Fuente del Perico.
También se ha habilitado un área recreativa al comienzo del camino. Continúa la ascensión, siempre rodeados de vegetación y, camino de San Antón, cruzaremos los arroyos del Chorro, Boceiza, La Horquijada, Cecila y Menárez, a cuya altura y al otro lado del río Oja o Glera veremos la aldea de Zaldierna. Situados ya en la cota de los 900 m. llegamos a San Antón, aldea muy recuperada a los pies del arroyo Regaldia.
Salimos del pueblo tomando la carretera que desciende y en unos doscientos metros giramos a la derecha, donde existen dos postes altos de electricidad, al otro lado del río Oja se divisa la aldea de Azárrulla. A partir de aquí y a unos 3 kms. del final del paseo, el valle se estrecha fuertemente. A mitad de camino entre San Antón y Posadas encontraremos otra fuente con un área recreativa con asadores. En estas fechas está prohibido hacer fuego y por tanto no se pueden utilizarlos. A Posadas llegaremos por el norte de la aldea cruzando el arroyo de las Cenáticas donde finaliza este paseo.

A partir de aquí tomo la carretera, que no la dejaré hasta el final de etapa, quedan ocho km y medio, así que me lo tomo con calma, pero la ascensión se va haciendo fuerte y se me va, también haciendo larga. Voy ascendiendo junto al Rio Oja, que da el nombre a la región y autonomía. Al final, acabo llegando a la zona del refugio, hay que pasar un estanque de agua a nuestra izquierda y un merendero a la derecha, y tomamos la desviación a la derecha donde llegamos al refugio, después de seis horas de caminar y bastante cansado.

La tarde se hace larga y a las seis y media preparo la esterilla encima de una mesa y el saco y a dormir. Ha sido una noche rara, pues dormía una par de horas y me despertaba, oía ruidos de animales como si estuvieran rascando el suelo o el container de basura, pisadas, pero la verdad es que aunque tenía curiosidad que podía ser, no me atreví a salir.

El refugio no tiene ni luz ni agua, pero al final he descansado pero también he madrugado.


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