14a etapa: Cumieres a Chezy

Hoy os voy a contar lo sucedido en esta etapa, igual me enrollo un poco, pero lo que creíamos fácil para hoy se ha vuelto muy complicado.

Como sabéis ayer anduvimos un par de km más, ya que en Hautvilliers no había donde dormir.

Una vista de Cumières en el atardecer de ayer.

Desayunamos con dos peregrinos que iban a Santiago por el camino de Vezelay pero tomábamos caminos distintos y tenían la idea de llegar en ciento cuatro días. Igual nos volvemos a encontrar, aunque no lo creo.

Así que hoy salimos con la ilusión de una etapa corta ( planificada 20 km) y hacer unos cuantos más, para disminuir la de mañana, que son 34 km.

Salimos a las 8:30 h, lloviendo como si fuera un sirimiri, suave pero continuo, así estuvimos durante dos horas.

Comenzamos por cambiar el itinerario planificado, en vez de salir y subir el monte y andar por los caminos forestales, decidimos llanear por la orilla de los canales hasta llegar a Port-a-Binsom.

Ibamos bien de tiempo, era medio día y comenzamos a subir la siguiente montaña, no son altas pero tienen unas pendientes muy pronunciadas, llegamos al alto y en una encrucijada de caminos, tomamos el de la izquierda señalizada con amarillo, pensando que se dirigía a Santiago, ah¡ craso error, son GR locales, primera de lección de hoy.

Seguimos entre bosque y salimos a camino en el que veíamos el pueblo abajo, pero no sabíamos como se llamaba, seguíamos caminando hasta que decidimos bajar al pueblo entre las viñas por la ladera del monte.

Este pueblo se llama Loeuangigny , que estaba en una esquinita del mapa y que no se puede leer bien, así que el nombre puede ser real o aproximado

Preguntamos por el nombre del pueblo y no se correspondía con nuestra meta, que ya tendríamos que haber llegado. Nos indican que el pueblo está en la otra ladera del monte que da al valle, así que hacia allí nos dirigimos, eran unos cuatro o cinco km de más que teníamos hechos.

Del bosque superior de la izquierda teníamos que haber bajado a la izquierda y en un par de km estaríamos en el pueblo, pero como tenemos el amarillo metido, vimos una señal y palante, seguimos subiendo hasta llegar al otro bosque, estábamos mosqueados así que decidimos bajar y comprobar el nombre del pueblo, que es el que se ve en en medio, porque si no, hoy estaríamos en los Alpes.

Llegamos a la una y media a Cerseuil, final de etapa, pero como parecía pronto decidimos seguir, así que comenzamos por las viñas que durante kilómetro y medio o dos, pasábamos entre ellas, hasta que entramos en el bosque, para eso ya habíamos preguntado un par de veces, si íbamos bien.

A la entrada del bosque ya tuvimos los primeros problemas, ya que no encontrábamos la señalización, los jabalíes y los lobos nos debían estar esperando, así que en medio de tanto árbol decidimos volver sobre nuestros pasos y retomamos el camino.

Al final encontramos la señalización

Barro no nos faltó en ningún momento

Nos saltamos unas cintas, que cerraban el camino y volvimos a ver la señalización, antigua y que pasa desapercibida, así que con mucha atención decidimos poner en buscarlas y poco a poco fué el camino una realidad, llegamos a un cortafuegos y ascendimos hasta el encuentro con la carretera.

Decidimos descansar, pues el bosque nos había agotado y puestos los nervios a flor de piel.

Llegó un coche al que paramos, y resultó ser un policía de bosque o algo simílar, preguntamos pero la contestación no fué aclaratoria, creo a veces que sé más que ellos, seguimos por el GR 14, sin mayor problema.

En algún punto nos debimos saltar la desviación por que llegamos a un cruce, que nos hizo pensar un poco, llegaron dos quads, a los que preguntamos y nos explicaron perfectamente, e incluso nos dieron una dirección donde dormir.

Llegamos a Vassy, bien, y aquí preguntamos donde dormir, no hay sitios, así que seguimos hacia adelante por el GR 14, camino lleno de barro, agua, etc. Rambo a nuestro lado se hubiera quedado pequeño.

Después de siete km. Llegamos a Chezy, eran las siete de la tarde, no teníamos donde donde dormir, la dirección que nos habían dado no sirvió de nada. La Gites de France, que estaba al lado, no nos cogían, pero cuando llegara el hijo nos llevaría a un hotel, pero llegó al mismo tiempo la señora y hablaron y al final nos acogieron.

Nos explicaron que no hay sitios donde dormir y que las etapas debemos planificarlas en base a los sitios donde dormir y llamar a la mañana para reservar para la noche. Otra lección a aprender.

Nos han invitado a café y pastas de su mamá y posteriormente han traído una botella de champagne de la cosecha propia. Santiago al que no le gusta el champagne se ha bebido la mitad de la botella y eso que no le gusta, pero este sí, porque dice que está hecho en las montañas y que las burbujas son pequeñas y no tan grandes como las de freixenet, en las que entran bellas señoritas.

Nos hemos duchado y hemos bajado a cenar, lo que traíamos en la mochila y hemos cenado con Champagne.

Hoy hemos probado uvas de todas las cosechas o de los distintos propietarios, así como manzanas rojas y reinetas, a cada cual mejor. El campo nos da lo que necesitamos.

Tenemos la chimenea puesta y con el calorcito, yo escribiendo este blog y Santi escribiendo su diario, estamos en un relax y mañana nos levantamos un poco más tarde.

En total han sido 10:30 horas andando y estimamos que habremos andado unos 40 km.

Conclusión a tener en cuenta, la señalización es un poco pobre y antigua en varios puntos en los que te hacen pensar, así mismo, hay tala de árboles, por lo que posiblemente hayan caído árboles con señalización y también debemos planificar en relación a los sitios donde vayamos a dormir, ya que en muchos de los pueblos no ha donde comer ni dormir.

Buenas nocheeeeeeeeeeeees

Chezy a 16 de 0ctubre de 2012